domingo, 22 de noviembre de 2009

Sunday Morning Birds.


18:10 de la tarde.
Tengo miedo de mirarle y ver sus ojos perdidos en la nada. No sé qué me asusta más: verle así o pensar qué hubiera pasado si hubiera sido capaz de entrar en aquel sitio.
No reacciona. Sigue ahí tirado y a mí me parte el corazón ver que lo que hago no sirve para nada.
Simplemente me queda esperar que ésto no dure mucho tiempo.
Me invaden unas horribles ganas de llorar, pero me contengo por el mero hecho de no empeorar esta absurda situación.
No sé que hacer. Oh, Dios, otro cigarro...o dos, o tres...o los que hagan falta para distraerme de todo esto.
Joder. Ni se mueve.
Está ahí tirado, como paralizado, únicamente moviendo los ojos para pestañear y el pecho para dejar entrar y salir el air en sus pulmones. No sé qué hacer.
Yo no puedo más con esto.
22:21 de la noche.
Buscando algo de fresco junto a estas escaleras metálicas mientras escucho algo de música deprimente.
Sigue todo igual.
Y yo... me siento tan... patética.

~Even the best fall down sometimes.
Even the worst words seem too right.

lunes, 16 de noviembre de 2009

O'Hai


Cuando empiezas a pensar en un sitio nuevo, llegas con ganas, con ilusión. Con mil expectativas y proyectos. Con ganas de comértelo todo y con idea de no tirar la toalla. Avanzando mentalmente.
Y así es como entro yo.
Empezando desde el principio, como Dios manda.
No sé porqué hago esto.
Supongo que es para dejar mis cosas escritas en un sitio en el que nadie sabe quien es quien.
Tampoco creo que nadie vaya a leer esto.
Tal vez algún día sí.
Ésta es mi simple carta de presentación. Tal vez algún día hable de mí.
Quien sabe... a lo mejor mañana.